El título refleja un cúmulo de experiencias que se han ido amontonando estos días. He tenido el orgullo de formar parte del grupo que ha puesto en marcha el primer centro residencial para jóvenes y adultos sordociegos de España. Esto me ha permitido conocer el enorme esfuerzo que ha supuesto todo el proceso. Hace años que veníamos reclamando esta necesidad… ahora me parece que hace un siglo cuando hablábamos en las primeras reuniones de padres, y pensábamos que alguien se haría cargo de esta necesidad, y finalmente construirían uno o más centros. ¡Lo veíamos tan claro!

Con el tiempo, la necesidad la hemos ido viendo con mayor claridad. Pero igualmente hemos visto claro que no había nadie dispuesto a realizar esta tarea. Está claro que no todas las personas con sordoceguera necesitarán un centro residencial. Nadie lo pone en duda. Pero muchos de nuestros hijos sí que lo necesitan. Y ahora es una realidad, hecha por nosotros mismos. Gracias a que Gobierno y Junta de Andalucía creyeron en nosotros, a que el arzobispado de Sevilla confió en nosotros, y a que Caja Madrid y muchos colaboradores nos apoyaron. Y a la confianza de nuestro arquitecto y de nuestro constructor.

 
 
 
 
 
 

Hecho el Centro, había que arrancar. La lista de permisos, adaptaciones, autorizaciones, convenios, reuniones, inconvenientes, no se acababa nunca. Muchos nos habríamos echado atrás, rendidos ante tantas dificultades. Pero alguien nos empujaba. Nuestra presidenta, no sé de dónde saca la fuerza, no dejaba de impulsarnos. A cada dificultad, una solución. Y nada ha sido fácil, así que ha tenido que busca muchas soluciones.

Por fin, el 20 de septiembre abríamos las puertas. Allá que seguimos empujando, superando todos los inconvenientes. Pero merece la pena. Estamos haciendo historia. Nuestra historia. La historia de nuestros hijos. Ellos no lo tienen nada fácil, pero con este recurso van a tener más posibilidades de desarrollarse plenamente. Algunos conseguirán alcanzar una vida independiente, no me cabe duda. Otros tendrán su hogar en este sitio. Es un lugar alegre, lleno de vida, donde hay actividad, risas, contacto y mucha, mucha comunicación.

Y el día 26 de octubre, la guinda del pastel. ¡Vino la Reina a inaugurar nuestro Centro! Fue algo muy emotivo, desde su llegada, descubriendo la placa conmemorativa, y tras un rápido saludo a las autoridades y a nuestra junta directiva, quiso conocer todos los rincones y saludar a todos nuestros chicos, tanto los usuarios del Centro como los que habían venido a ver la inauguración. Fue emocionante también ver a todo nuestro personal de la sede, formando un equipo organizativo, y a nuestros amigos que vinieron a compartir este día. Especialmente Daniel Alvarez, a quien también quiso conocer y saludar la Reina.

Gracias a todos los que nos habéis apoyado. Pero por favor, no dejéis de ayudarnos. Este centro necesita mucho apoyo para mantenerse. Queremos lo mejor para nuestros jóvenes y adultos sordociegos.

Podéis ver algunas de las notas de prensa: