Entendida como la entrega gratuita y voluntaria del esfuerzo personal, tanto de voluntarios como de profesionales, para desarrollar la misión de la organización y satisfacer las necesidades de los clientes finales.
Toda actividad, proceso, esfuerzo o recurso empleados por la organización revalorizan la finalidad última de alcanzar la satisfacción de sus clientes (*), sin discriminar a ninguno por razón de sexo, religión, raza, ideología, etc.
(*) A pesar de que el término cliente connota una relación comercial que se usa habitualmente en el sector privado, en esta Norma se opta por usarlo con la intención de resaltar el derecho de toda persona a ser atendida con un trato excelente y una intervención profesional de calidad. En nuestro caso, los clientes finales son las personas con sordoceguera y sus familias.
Estos valores se dividen en cuatro grupos, orientados a la persona, a la organización, a la sociedad, y los específicos de nuestra organización: