APASCIDE sigue siendo APASCIDE, pero a partir de ahora será Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera, en vez del nombre anterior, que era de familias con hijos sordociegos.
Así se acordó en la última Asamblea, convocada expresamente para cambio de estatutos. Seguimos siendo los mismos, con la misma identificación fiscal, pero con cambios en el nombre y en los estatutos.

Los cambios eran necesarios e inaplazables. Han pasado ya bastantes años, y las circunstancias obligan a irse adaptando a los tiempos. Antes, cuando comenzamos, éramos un grupo de padres con muchos interrogantes por delante, y nuestros hijos eran nuestra motivación. Ahora nuestros hijos han crecido, y sus hermanos… y las familias han cambiado. El nombre tenía que reflejar estos cambios, y también tener en cuenta los cambios en el lenguaje.
Poco a poco iremos cambiando los logotipos, pies de páginas, etc. Seguimos siendo los mismos, exactamente los mismos. Pero el nombre se nos había quedado antiguo.
Al igual que en el nombre, también se han introducido cambios en los estatutos que los adecuan al momento actual. Aún quedaban colgados algunos objetivos que ya no lo son, por estar ya cumplidos, y se introducen las denominaciones de género en todos los puntos donde deben, que es una exigencia de la sociedad actual. Por ejemplo, ya no vale decir hermanos, sino que hay que especificar hermanos y hermanas, y así en todos los demás casos similares.
Se especifican las condiciones para ser miembros de la junta directiva, de forma que se garantiza que en el futuro las decisiones y el rumbo de la asociación siga con el mismo espíritu, le defensa de las personas con sordoceguera y sus familias. Se da cabida a que otras personas con discapacidad sensorial y graves problemas de comunicación se puedan beneficiar de la atención en nuestros programas, concretamente en el Centro Santa Ángela de la Cruz, que se benefician del mismo método de trabajo y el mismo tipo de atención, y que son igualmente un colectivo con pocos recursos específicos.
Con estos cambios esperamos habernos adaptado a lo que necesitan las familias de personas con sordoceguera, y damos respuesta a unas necesidades de la sociedad que se están revelando a raíz de la apertura del Centro Santa Angela de la Cruz: personas con sordoceguera que ya no pueden ser atendidas por sus padres, personas con otras discapacidades sensoriales y graves problemas de comunicación, hermanos y hermanas que nos llaman angustiados porque no saben qué va a ser de sus hermanos con sordoceguera…
No tenemos respuesta para todos los casos, pero abrimos una puerta a la esperanza, planteamos proyectos para el futuro.
Y con estos estatutos renovados podremos afrontar estos desafíos en las próximas décadas.
necesitamos mucha ayuda
APASCIDE, Y EL CENTRO SANTA ANGELA DE LA CRUZ tienen sus puertas abiertas.
Pero para ello NECESITAREMOS MUCHA AYUDA.
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