En el número de hoy de la revista Solidaridad Digital viene una carta-denuncia de una madre de un chico ciego que merece la pena leer, por comprobar hasta qué punto la falta de sensibilidad está arraigada en los servicios públicos.

En resumen, se trata de un chico de 12 años, ciego, que tiene que tomar un tren y hacer un trasbordo en la estación de Zaragoza, cosa que nunca ha hecho solo. La madre pedía a los responsables de la estación de Zaragoza que facilitaran este transbordo, ayudando a su hijo a llegar al tren correspondiente. La respuesta es que el chico tendría que llegar por sus propios medios a la oficina de atención al cliente de la citada estación, hacer la solicitud allí, y entonces se le podría ayudar a alcanzar el tren correspondiente. La madre, indignada, escribe lo ilógico de tal respuesta.

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Lo que hay detrás de esta respuesta es FALTA DE SENSIBILIDAD, y todavía más grave, INCUMPLIMIENTO del deber, eludiendo la responsabilidad. Si la persona que responde a una de estas peticiones no sabe cómo organizarlo, que recurra a su superior. Pero no se puede mofar de esta manera de las personas discapacitadas.

Una experiencia del mismo tipo hemos tenido en varias ocasiones con los viajes que organizamos para los campamentos de verano. Estación de ZaragozaResulta que todos los años se organiza un grupo importante que viene en tren, en el que hay voluntarios, mediadores, y niños y jóvenes sordociegos. Cuando se llega a la estación de Atocha, no hay manos suficientes para bajar equipajes y hacer de guía con las personas sordociegas. Más de una vez nos hemos encontrado con lo peor de las peores respuestas por parte del personal: no nos ponen rampas para salir de los vagones, no viene nadie a ayudarnos, y ¡no permiten que pase nadie desde la estación a ayudarnos! Para caerse de espaldas. En las hojas de reclamaciones ha quedado plasmado más de una vez. Pero estamos en un país que todavía no ha adquirido esa sensibilidad, y las hojas se las ha debido llevar el viento de otoño.

Una vez pasada la indignación, volvamos a lo de siempre. Hay que seguir trabajando, informando y sensibilizando… y haciendo las denuncias que hagan falta.