Nuestra Asociación surgió de la necesidad de sensibilizar tanto a las administraciones públicas como a la sociedad en general respecto a la singularidad de la sordoceguera como discapacidad específica y así dar respuesta a las necesidades que se les plantean a las familias con hijos sordociegos.
Se fundó en 1991, por un grupo de padres reunidos en la I Conferencia Nacional de Padres de Sordociegos.
APASCIDE, Asociación Española de Padres de Sordociegos, es una organización sin ánimo de lucro, legalmente constituida en 1991. Su CIF es G80899636 y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior con el número 104,483.
Para ello desarrolla actividades en todo el territorio nacional:
Inaugurado el 26 de octubre de 2010 por la Reina Doña Sofía. Tiene 26 plazas en la Residencia y 19 en la Unidad de Estancia Diurna.
Abierto a usuarios de toda España: actualmente tiene conciertos con las Comunidades Autónomas de Andalucía, Castilla la Mancha, Madrid y Extremadura.
Para ello desarrolla los siguientes programas:
No existe ninguna solución específica para las personas sordociegas que se han desenvuelto toda su vida como personas con sordoceguera, muchos de forma autónoma o con el apoyo de sus padres o familiares, pero al llegar a la tercera edad se encuentran solas y ya no pueden vivir independientemente. Estamos en proceso de creación de dicho recurso, tenemos una gran ilusión puesta en él.
Nuestra labor va calando poco a poco en la sociedad, junto con otras entidades que trabajan por la sordoceguera, como FASOCIDE, FOAPS, y otras. Contribuimos de forma importante al reconocimiento de la sordoceguera como discapacidad específica tanto en Europa como en España.
Este esfuerzo ha tenido el reconocimiento en varios premios, como:
Pero el premio mayor que podemos conseguir es lograr nuestros objetivos, algunos de ellos ya cumplidos (el reconocimiento de la sordoceguera y la creación del primer centro residencial para personas con sordoceguera)
No podemos, sin embargo, dormirnos en los laureles. Queda mucho por hacer. Nuestro empeño es conseguir que todas las personas con sordoceguera puedan tener la oportunidad de acceder a su pleno desarrollo como personas. Hasta donde lleguemos depende de nosotros, y de la ayuda que podamos encontrar en la sociedad.