En los pasados meses hemos sufrido una tremenda crisis que hemos podido superar gracias a la solidaridad de muchísimas personas. Con este impulso y con la firme determinación de seguir adelante, nuestro Centro Santa Ángela de la Cruz para personas con sordoceguera ha podido seguir abierto, y prestando el servicio de calidad que necesitan nuestros chicos y chicas sordociegos.
Y también hemos continuado con el programa de apoyo a familias, y prestando, dentro de nuestras posibilidades, el apoyo que necesita un colectivo tan vulnerable.
Mantener el Centro abierto ha sido un desafío tremendo, una verdadera prueba de fuerza, no solo para nosotros, sino para la sociedad. ¡Gracias a todos!
Para ello han hecho falta muchos «granitos de arena». Uno de ellos, y bastante decisivo, ha sido la confianza que nos prestó Triodos Bank. En un momento en el que ninguna otra entidad bancaria nos daba ya ninguna oportunidad, ellos apostaron por nosotros, creyeron en nuestro proyecto, y nos concedieron el crédito que nos hacía falta para llegar. Con los donativos que estaban comenzando a venir y con este crédito podíamos mantener las puertas abiertas. Es una nueva forma de entender la banca. No se trata solo del ánimo de lucro, sino del ánimo de dar un servicio a la sociedad. Gracias.