Nos llega este relato de Esther, del fin de semana de primavera. Para recordar ahora que se acerca el invierno (aunque todavía hace calor):

Hola a tod@s!

Os escribo para contaros lo mágico que fue el campamento de mayo. Sí, sí… digo mágico, pues como si de una peli de fantasía se tratase, este año, nuestros chic@s se transformaron en Druidas(adultos), Elfos (jóvenes) y Had@s (niños).

“El Remolino” ya no era la granja-escuela de todos los años, sino que pasó a ser un bosque encantado donde vivimos grandes experiencias y todo fue posible.

Daba igual si la lluvia nos acompañara durante la mañana, nosotros continuamos con nuestras aventuras… “Las Hadas” tuvieran taller agrícola, porque a un toque de varita mágica, el huerto vino a ell@s y pudimos disfrutar de igual manera de los productos de la tierra.

Los sabios “Druidas” prepararon una rica empanada. Y los habilidosos “Elfos” hicieron jabones y perfumes naturales.

Pero esta fantástica aventura tiene más historias divertidas y mágicas, como la primera noche, en la que todos nuestros “seres mágicos” se unieron para preparan una gran pócima y ahuyentar a los “ogros”.

También nuestr@s chic@s tuvieron varias ocasiones de interactuar (acariciar, abrazar, alimentar…) con los animales de este bosque encantado. Algunos de ellos más simpáticos como los conejos, las gallinas o los perritos y otros algo más tímidas como las ovejas o la vaca.

Sin duda, fue un fin de semana fantástico e irrepetible donde no faltó una gran fiesta con bailes y canciones. Y estuvo presente durante estos días la alegría de nuestro@s chic@s y la estupenda labor de los voluntari@s.

Mil gracias a tod@s por hacerlo posible