Mientras que aprovechábamos para saludarnos y presentarnos, esperábamos en la recepción al resto de familias a que llegaran todas, poco después entramos en el salón, un hermoso salón con chimenea para nosotros solos, los chavales junto con los voluntarios en un extremo de la mesa, en el otro las familias para que pudieran dialogar. Algunas familias, por distintos motivos no pudieron acudir a la cita, así que buscaremos otra ocasión para que se reencuentren y las nuevas familias se conozcan.
La comida muy rica, y a la hora del café, las voluntarias junto con algunos de los chavales, nos fuimos al parque de Bolas, otros se quedaron descansando y dialogando en la mesa, aprovechando para conversar con el resto de las participantes.
El Encuentro se extendió hasta última hora de la tarde, cuando las últimas familias y las voluntarias nos despedimos hasta la siguiente actividad.
Como siempre una experiencia única, donde las familias junto con sus hijos sordociegos son los protagonistas, y aprovechan para disfrutar y conocerse un poquito más. Gracias familias por saber que estáis ahí.
