Estupendo reportaje sobre la sordoceguera y el Centro Santa Ángela

Sara Rojas y Luis Serrano, de El Diario.es nos ofrecen un completo reportaje sobre la sordoceguera y la labor que desarrollamos en el Centro.

En este documento, hecho con sensibilidad y una magistral exposición, repasan las dificultades que genera la sordoceguera, el déficit de atención que sufre este colectivo, y cómo lo afrontamos en Apascide.

El reportaje ofrece una mirada intensa de las actividades que llevamos a cabo en el Centro y cómo es el día a día de nuestros residentes.

Este reportaje es el resultado de numerosas visitas al centro Santa Ángela de la Cruz. Un lugar que, a priori, se antoja lejano a pesar de estar a 20 kilómetros de Sevilla. A lo largo de tres meses, hemos compartido jornadas enteras junto al personal y a los usuarios, a quienes hemos tenido oportunidad de entrevistar gracias a la encomiable colaboración de los mediadores. Durante los encuentros, las responsables de este proyecto nos han concedido libertad para capturar, siempre desde el respeto, escenas cotidianas de la vida del centro. También los familiares de los usuarios nos han abierto las puertas de sus casas y de su intimidad. De ahí las fotografías que acompañan al texto (y que se pueden ampliar clicando en la fotogalería enlazada al inicio del reportaje), así como las imágenes y testimonios recopilados en el vídeo del comienzo. Documentos que denotan la generosidad y voluntad de profesionales y familias por dar visibilidad y normalizar la realidad de un colectivo aún desconocido a ojos de la sociedad. Después de todo, si algo pone de manifiesto este reportaje, es que todos los seres humanos compartimos una misma realidad, aunque nos diferencien las herramientas que disponemos para percibirla y desenvolvernos en ella.

Sara Rojas/Luis Serrano

fotogalería

Un trabajo excepcional

Magnífico triple reportaje (artículo, fotogalería y vídeo) que no puedes dejar de ver y compartir. Un trabajo realmente excepcional.

Oler las plantas, saborear el chocolate, sentir el viento acariciando la piel… Pequeños placeres que iluminan de felicidad el rostro de Juan de Dios, aunque no pueda expresarlo con palabras. Nació sin ver ni oír, pero eso no le impide relacionarse con su entorno y transmitir sus sentimientos.