Aula del MarCentro de Ciencia

Comenzamos con una visita al AULA DEL MAR

En esta ocasión visitamos el Museo Alborania del Aula del Mar, situado en uno de los mejores espacios de la ciudad, el Muelle Uno.

Quedamos en la misma puerta del museo, bien tempranito, que la mañana es corta y queremos aprovechar todo lo posible. Dejamos los abrigos y comenzamos la visita guiada.

Pasamos por las diferentes salas acompañados por nuestra guía que nos contó cosas muy interesantes sobre la vida en el mar y lo importante que es cuidar los océanos. Tuvimos la suerte de poder tocar fósiles, animales disecados, caparazones de tortuga, huesos y hasta una cabeza de tiburón.

Además, hicimos un pequeño teatro donde nuestros chicos y chicas ayudaban a rescatar a un delfín. Así fue como consiguieron su “Carnet de cuidador/ra de tortugas y delfines”. ¡Menudo equipazo!

Por último, realizamos un taller de colgantes e imanes para nuestras neveras, un gran recuerdo para llevar a casa y enseñar a las familias.

La visita se alargó más de lo esperado, la verdad que salimos con un poco de hambre. Así que dimos un pequeño paseo por el Muelle Uno, y después subimos a una de las pastelerías más conocidas de la ciudad, La Canasta, para compartir un aperitivo, todos juntos y relajados.

Las familias fueron llegando a la misma cafetería a recoger a nuestros chicos y chicas. Nos despedimos no sin antes acordar un próximo encuentro, que como siempre será… MÁS Y MEJOR.

Vuelve a reunirse la familia malaguita para otra actividad. Con muchísimas ganas, como siempre.

En esta ocasión queríamos pasar más horas juntos y juntas, así que primero visitamos el Centro de Ciencia Principia a primera hora de la mañana, donde nuestros participantes pudieron tocar todo y aprender un poquito de ciencia. Además, estuvimos en el planetario viajando por la Luna y después nos hicieron algunos experimentos muy chulos que nos pusieron los pelos de punta, literalmente.

Tras más de dos horas de visita, fuimos paseando hasta el Centro Comercial La Rosaleda, donde nos esperaba una mesa reservada y nuestra comida ya lista en el McDonald’s.

Como no había ganas de irse, al terminar de comer, nos dimos un paseo por el centro comercial, montando en el tiovivo y curioseando dentro del Carrefour cositas que pedir a los Reyes Magos.

¡Lo pasamos en grande!